La verdadera historia de Caperucita Roja
1. ¿Sabes quién era Caperucita Roja? ¿Recuerdas algún otro
nombre de personajes de cuentos infantiles?

2. Hoy vamos a contar la verdadera historia de Caperucita Roja.
Cuando nuestros padres o abuelos nos contaban este cuento,
describían a Caperucita Roja como una niña buena y
dulce, pero la verdad es que Caperucita estaba como una cabra y se llamaba así porque pertenecía a un
grupo heavy metal cuyo distintivo era el color rojo.
Una tarde después de un concierto, Caperucita estaba
esperando en el camerino a que la recogiera su novio,
que estaba al caer; no obstante, la que llegó por sorpresa fue
su madre, que le cantó las cuarenta porque llevaba dos
días sin aparecer por casa.
―¿Cómo sabes que no he dormido en casa? ¡Si tenías guardia
en el hospital!
La madre de Caperucita era médica y sabía que a veces su hija, por todos los inconvenientes que conllevaba su profesión, se sentía incomprendida y minusvalorada;
sin embargo, no sabía cómo tratar ese tema ni ningún otro con
ella porque estaba en una edad muy difícil. Por
este motivo quería que la niña pasara una tarde
charlando de cosas de chicas con su abuela, que era una
mujer aún joven y muy cariñosa.
―Quiero que vayas a ver a tu abuelita, estoy preocupada por su salud.
―Pues me pasé por su casa la semana pasada y
estaba perfectamente; es más, un vecino me dijo cuando nos
vio pasear que nosotras dos parecíamos hermanas, en vez de madre e hija.
―Caperucita, cariño, ¡qué cosas más descabelladas dices! ―exclamó su madre un poco molesta.
Lo cierto es que desde que había muerto su marido, la
abuela vivía a cuerpo de rey y sin privarse de nada y esto le había rejuvenecido.
Pues bien, nuestra heroína cogió la cesta con la merienda
que le dio su madre y decidió atravesar el bosque para llegar
más rápido a la casa de la anciana a pesar de las advertencias de su
madre, ya que después de dos días de fiesta estaba cansadísima y
necesitaba una siesta.
Iba distraída recogiendo flores cuando se
encontró con Lobo, el chico más atractivo y fascinante del
instituto: había repetido curso tres veces y se rumoreaba que estaba metido en asuntos muy sucios de todo tipo.
―¡Hola Lobo!
―¡Hola Caperucita! ¿Adónde vas?
―Voy a casa de mi abuelita, ¿y tú?
―Pues…, también voy en esa dirección, pero no
puedo acompañarte hasta allí a tu paso, tengo
mucha prisa.
―¡Anda ya! ¡Con lo que fumas no creo que puedas llegar mucho antes
que yo!
―¿Te apuestas algo? ―gritó Lobo sinceramente furioso.
Cada uno tomó un camino diferente y empezó la carrera. Lo que Caperucita no sabía es que Lobo tenía razones ocultas para no querer que ella llegara a la casa antes que él. Era vox populi que se había asociado con la abuela para distribuir la pequeña plantación de
marihuana que ella tenía en el jardín.
Pero Caperucita no fumaba y consiguió llegar antes que su
rival. Cuál fue su sorpresa al encontrar a su abuela con un montón de
pequeños paquetes preparados en la mesa del comedor. Que ella perteneciera a un grupo heavy metal no significaba
nada, porque no fumaba y solo bebía zumos naturales, así
que debido al disgusto tuvo que acudir a un psicólogo que le
recomendó que se desahogara escribiendo. De ahí que ella escribiera el cuento macabro que todos hoy
conocemos, ¡solo para sentir el placer de matar al lobo y castigar a la
abuelita por lo menos en la ficción!
En conclusión, escribir es una buena terapia…
3. Ahora vamos a pasar a la teoría. Como has podido observar, algunos verbos del texto están en cursiva. Estos están en Pretérito Imperfecto. Trata de explicar los diferentes usos que tienen.
4. Aquí va una pequeña ayuda para que puedas clasificar los verbos en Pretérito Imperfecto
4. Aquí va una pequeña ayuda para que puedas clasificar los verbos en Pretérito Imperfecto
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Acciones simultáneas en el pasado
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Rutinas del pasado
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Acciones del pasado que no sabemos cuándo
ocurrieron
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Acción en desarrollo interrumpida
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Estilo
Indirecto
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